Sobre por qué soy una bruja:
Acostumbro a dormir de madrugada, realizando pociones con chocolate y hierbabuena.
Digo palabras malsonantes.
Dispongo, también, de un culto lenguaje fruto de una sabidurÃa autodidacta.
Mi audición está muy desarrollada: sé cuándo los pájaros entran y salen de los nidos.
Hago milagros con las manos.
Formulo todo tipo de hechizos mentales contra mis enemigos.
Soy perseguida en sueños -también en ese estado onÃrico puedo volar-.
No uso demasiado la escoba para los quehaceres del hogar.
Mi hermana tiene un gato negro y mi hermano una gata del mismo color.
Y todos estos sucesos, señoras y señores, no pueden ser el efecto de la mera casualidad. Por eso sospecho que soy bruja.